Provinciales
Sin acuerdo salarial, rige el paro de colectivos en todo el país y afecta a La Pampa
Este martes, el transporte público de pasajeros en todo el país se encuentra paralizado debido a la falta de acuerdo salarial entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el sector empresarial.
Este martes, el transporte público de pasajeros en todo el país se encuentra paralizado debido a la falta de acuerdo salarial entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el sector empresarial. En La Pampa, la medida de fuerza afecta tanto a los servicios urbanos de Santa Rosa y General Pico como a los interurbanos que conectan diversas localidades de la provincia.
En Santa Rosa no circularán las unidades del Ente Municipal de Transporte Urbano (EMTU), mientras que en General Pico quedarán fuera de servicio los colectivos de Corpico. También quedará interrumpido el recorrido de Transur, la empresa encargada de los trayectos interurbanos, como el que une Toay con la capital pampeana y otras ciudades del sur, centro y norte provincial.
Impacto en la educación
El paro tiene un fuerte impacto en el sistema educativo de Santa Rosa, donde desde este año el transporte escolar fue absorbido por el EMTU mediante un convenio con el Ministerio de Educación de La Pampa. El nuevo esquema reemplazó a los servicios contratados con empresas privadas, interrumpidos luego de un conflictivo 2024 signado por desacuerdos tarifarios y un lockout patronal.
Con el paro en marcha, se ve afectado el traslado de aproximadamente 1.400 estudiantes que utilizan a diario los colectivos urbanos para asistir a clase.
El trasfondo del conflicto
La última instancia de negociación tuvo lugar ayer en Buenos Aires y reunió a funcionarios del Gobierno nacional —encabezados por el secretario de Transporte, Luis Pierrini—, representantes de las cámaras empresariales y dirigentes de la UTA. Sin avances significativos, la reunión concluyó sin acuerdo y la organización gremial ratificó la medida de fuerza.
La propuesta empresarial consistía en tres pagos no remunerativos: $40.000 el 26 de mayo, $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio. Sin embargo, fue rechazada por el sindicato, que exige un salario básico de $2.500.000 y una revisión en dos meses.
El secretario general nacional de la UTA, Gabriel Gusso, fue categórico: “No somos esclavos ni queremos convertirnos en monotributistas. Exigimos un salario digno, acorde a nuestras responsabilidades. No vamos a permitir que nuestros sueldos sean la variable de ajuste”.
Cruce con el Gobierno nacional
Durante la noche, la UTA difundió un comunicado en el que desmintió la versión oficial sobre un supuesto pedido de incremento del 40%. “Nuestra posición no es caprichosa ni extorsiva. Queremos una recomposición salarial realista, que acompañe el índice inflacionario”, expresaron. También denunciaron que las cámaras empresarias no han realizado ofrecimientos serios durante semanas de negociación.
“El Estado no puede pretender mantener la tarifa más baja del país a costa de los trabajadores del transporte. No aceptaremos ser la variable de ajuste del sistema”, concluyeron.