Santa Rosa: el 90% de los estudiantes admite que el celular los distrae en clase

Más del 50 por ciento de los y las estudiantes de nivel secundario de Santa Rosa utiliza el teléfono celular seis horas o más por día y nueve de cada diez reconocen que la pantalla interfiere con su atención durante las clases. Los datos surgen de una encuesta realizada a 270 adolescentes de siete colegios de la capital pampeana, impulsada por docentes nucleados en el Sindicato de Trabajadores de la Educación Pampeana (Sitep).

El relevamiento indica que el 25,6 por ciento usa el celular entre seis y ocho horas diarias y el 26,7 por ciento más de ocho horas, lo que equivale a una jornada laboral completa dedicada al dispositivo. En ese marco, el 45 por ciento considera que el primer teléfono debería entregarse recién entre los 12 y 14 años, en un contexto donde el acceso a celulares se da cada vez a edades más tempranas.

La encuesta se llevó a cabo en los colegios Tomás Mason, Barrio Aeropuerto, Paulo Freire, Marcelino Catrón, Santa María de las Pampas, Julio Colombato y 9 de Julio. La mayoría de los estudiantes señaló que utiliza el celular principalmente para redes sociales, mensajes y escuchar música.

Desde el Sitep reclamaron que la prohibición del uso del celular en las aulas de los niveles inicial y primario, dispuesta por el Ministerio de Educación provincial a partir del próximo año, se extienda también al nivel secundario. Señalaron que es necesario que el Estado no deje solos a docentes y directivos frente a una problemática que atraviesa la etapa de mayor vulnerabilidad adolescente, y plantearon que poner límites también cumple una función de cuidado y enseñanza.

Otro dato preocupante es que el 72 por ciento de los encuestados afirmó haber tenido conflictos en clase por el uso del celular, principalmente entre docentes y estudiantes, pero también entre pares. Esto demuestra que el dispositivo no solo afecta el aprendizaje, sino también la convivencia escolar y la construcción de vínculos. Además, el 42 por ciento utiliza el celular hasta la medianoche y el 41 por ciento incluso más tarde.

Ante la pregunta sobre cómo aprovecharían el tiempo que hoy dedican al celular, las respuestas más elegidas fueron estudiar, practicar deportes, salir a pasear y visitar a amigos o familiares. Desde el sindicato remarcaron que estas respuestas evidencian que los adolescentes reconocen el valor del estudio y del encuentro con otros, y plantearon la urgencia de sostener espacios reales de socialización, como clubes deportivos y culturales en los barrios.

Advirtieron que, en un contexto de crisis económica que obliga a muchas familias a concentrarse en llegar a fin de mes, estos espacios resultan más necesarios que nunca. Sin ellos, sostienen, los adolescentes quedan cada vez más confinados a mundos virtuales que los aíslan y limitan sus oportunidades de aprendizaje, vínculo y desarrollo personal.

Desde el Sitep concluyeron que los datos no reflejan un mal hábito aislado, sino un patrón de adicción extendido que atraviesa la vida escolar, familiar y social de los adolescentes, y que requiere una respuesta institucional clara, urgente y con reglas taxativas también para el nivel secundario.