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Paris Hilton habla por primera vez sobre la filtración de su vídeo sexual en 2004

A sus 19 años, la heredera del imperio hotelero grabó una cinta erótica con su pareja de por aquel entonces, Rick Salomon, quien la filtró sin su consentimiento

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En 2004, Paris Hilton se vio envuelta en una enorme polémica: la filtración de un vídeo sexual junto al que por aquel entonces era su pareja, Rick Salomon. Años después de este escándalo, se supo que la cinta salió a la luz porque así lo quiso él, a pesar de que la ‘celebrity’ no le había dado su consentimiento. En un adelanto de sus memorias, que se publicarán próximamente bajo el título ‘Paris: The Memoir’, la heredera del imperio hotelero se sincera por primera vez sobre este episodio turbio que marcaría su vida cuando solo tenía 19 años.

Grabado en 2001, el vídeo se filtró en 2003, y en 2004 fue comercializado bajo el título ‘1 Night in Paris’. La ‘celebrity’ confiesa no recordar mucho de lo que sucedió aquella noche fatídica. Sin embargo, todavía conserva en su memoria el hecho de sentirse “rara e incómoda” al filmar la cinta con Rick, al que se refiere como “escoria”.

“Me dijo que si yo no lo hacía, él podría encontrar fácilmente a alguien que lo hiciera, y eso fue lo peor que se me ocurrió: ser abandonada por este hombre adulto porque yo era una niña estúpida”, señaló, antes de recordar que bebió mucho alcohol para desinhibirse.

Según sus palabras, Rick le dijo que nadie más vería el vídeo. Más tarde, él se desdijo y afirmó que “tenía todo el derecho de venderlo”, asegurando que “le pertenecía” y que “tenía mucho valor económico”. Añade que, de haber sido cosa suya, se habría hecho responsable de su decisión. “Me habría parado y, sobre mis mis ‘Louboutins’, habría dicho: ‘Sí, esa fue mi elección'”, continuó. “Después me habría ido al banco sin disculparme con nadie”.

Por desgracia, no fue así como sucedió. Hilton recuerda aquellos días como un auténtico infierno que también afectó a su familia. “Mi madre simplemente se derrumbó en la cama y se quedó allí. Mi padre, con la cara roja y furioso, atendió llamadas, llamó a abogados, llamó a los asesores, tratando de ayudarme a organizar cualquier esperanza de control de daños”, escribe, antes de afirmar que sus hermanos “se sentían tan raros” que apenas podían mirarla a la cara.

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