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Quién es Fátima Bosch, la mexicana que ganó Miss Universo tras la polémica con el presentador
De origen tabasqueño y diagnosticada en la infancia con dislexia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, convirtió su historia personal en una plataforma de empoderamiento
BANGKOK.– A sus 25 años, Fátima Bosch llegó como representante de México a Miss Universo con una historia marcada por desafíos personales, constancia y una vocación muy definida: convertir su trayectoria en una inspiración para jóvenes que atraviesan dificultades similares.
Nacida en Villahermosa, en el estado de Tabasco, creció entre consultas médicas y evaluaciones escolares hasta recibir dos diagnósticos que marcaron su recorrido educativo: dislexia y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Pero esas dificultades, en lugar de limitarla, se transformaron en el núcleo de una convicción que comparte ante audiencias globales: las diferencias pueden convertirse en una fortaleza.
Desde pequeña se inclinó por la moda y el diseño. Ese interés la llevó a formarse primero en Ciudad de México y luego en Milán, donde profundizó técnicas vinculadas al diseño sostenible y al uso de materiales reciclados. Vivió además un año en Estados Unidos, experiencia que reforzó su dominio de idiomas y amplió su mirada cultural.
En paralelo, participó como voluntaria en programas para niños con cáncer, colaboró con comunidades migrantes y se involucró en proyectos relacionados con la salud mental.
Esa combinación de formación artística, compromiso social y trabajo comunitario moldeó la plataforma que sostiene hoy: inspirar a otros jóvenes a valorar lo que la sociedad llama “defectos”.
El camino a la corona
La noche del certamen en Bangkok culminó con una definición histórica: México obtuvo su cuarta corona. Para alcanzar ese reconocimiento, Bosch respondió la pregunta central del jurado, un momento decisivo para cualquier finalista: “Si ganaras Miss Universo, ¿cómo usarías esta plataforma para empoderar a las jóvenes?”.
Su respuesta —uno de los momentos más comentados del evento— sintetizó su mensaje: “Yo les diría: crean en el poder de su autenticidad, crean en sí mismas, sus sueños son importantes, su corazón importa.”
Y agregó: “Jamás permitan que nadie les haga dudar de su trabajo, porque se lo merecen todo, son poderosas y su voz tiene que ser escuchada”.
En una ronda anterior reflexionó sobre los desafíos de ser mujer en 2025 y sobre cómo utilizaría el título para promover espacios seguros: “Alzaría mi voz para el servicio de los demás, porque hoy estamos aquí para alzar la voz y para crear cambios. Porque somos mujeres y somos las más fuertes y valientes las que nos ponemos de pie y hacemos historia”.
El impacto de sus intervenciones, sumado a su desempeño en la pasarela y a la coherencia de su discurso, terminó por consolidarla entre más de 120 participantes.
Tras su coronación, declaró en conferencia de prensa que aspiraba a ser recordada como “una Miss Universo que no tuvo miedo de ser ella misma” y “una persona que cambió, un poco, el prototipo de lo que es una Miss Universo”.
Con su victoria, Bosch se incorpora al grupo de mexicanas que alcanzaron el título: Lupita Jones (1991), Ximena Navarrete (2010) y Andrea Meza (2020).
La polémica con el presentador
Aunque el triunfo fue el momento más visible, su participación quedó atravesada por un episodio que desató un intenso debate público. A principios de mes, durante un encuentro oficial del certamen, el ejecutivo y presentador Nawat Itsaragrisil la maltrató por no haber compartido contenido promocional sobre Tailandia en sus redes sociales.
La escena, transmitida en vivo, mostró al directivo increpándola y, según se observa en el registro, llamándola “tonta” frente a otros participantes. Cuando la concursante respondió, él pidió que personal de seguridad lo resguardara.
La reacción de Bosch fue inmediata: abandonó la sala visiblemente molesta y luego expresó ante los medios: “Lo que ha hecho su director es una falta de respeto: me dijo tonta. El mundo debe ser testigo de esto, porque somos mujeres independientes y este espacio nos permite hacer oír nuestra voz”.
La discusión tomó dimensión política cuando la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, manifestó públicamente su apoyo: “Mi reconocimiento es porque ella vive esta agresión y muy dignamente dice: no estoy de acuerdo. Es un ejemplo de cómo las mujeres debemos levantar la voz. Las mujeres nos vemos más bonitas cuando alzamos la voz y participamos”.
A esas críticas se sumó Raúl Rocha Cantú, empresario mexicano y presidente del certamen internacional, quien manifestó: “Quiero dejar en claro mi gran indignación y el repudio a Nawat por la agresión que hizo en público en contra Fátima Bosch, Miss Universo México”.
La Organización Miss Universo resolvió sancionar a Itsaragrisil y limitar su participación durante el resto del concurso. Días más tarde, el hombre ofreció una disculpa pública y atribuyó su comportamiento a la presión del evento. Cerca de la final, se lo volvió a ver interactuando de manera cordial con autoridades del certamen.
Agencias AFP y AP.