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Estuvo preso acusado de femicidio, pero fue absuelto porque al quemar el cuerpo no se pudo probar el crimen
El cacique mbya Marcelo Núñez fue liberado este jueves en Oberá, Misiones, por el beneficio de la duda. Estaba sospechado de haber asesinado a su pareja durante la pandemia. El cuerpo de la joven fue incinerado y no se pudo determinar la causa de su muerte.
Marcelo Núñez, un cacique mbya de 40 años, recuperó la libertad este jueves tras ser absuelto por el Tribunal Penal de Oberá, provincia de Misiones, en una causa por femicidio que lo mantuvo detenido durante cinco años.
La justicia lo juzgaba por la muerte de su pareja, María Solange Diniz Rabela, ocurrida en abril de 2020 durante la pandemia de Covid-19.
El tribunal, integrado por los jueces Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Julio Carvallo, consideró que no pudo acreditarse con certeza la causa de la muerte debido a la incineración del cuerpo, lo que impidió determinar si se trató de un homicidio.
La joven, de 22 años, murió en la aldea Tarumá Poty, ubicada cerca de la ciudad de San Vicente. Según la versión de Núñez, el deceso se produjo tras presentar síntomas compatibles con coronavirus. Afirmó que una médica que asistía a la comunidad le recomendó cremar el cuerpo para evitar contagios, algo que fue negado por la profesional.
El hecho se conoció cuando el padrastro de la víctima se presentó en la comisaría de San Vicente y denunció el fallecimiento. También advirtió que Núñez podría ser responsable, ya que había antecedentes de violencia de género. Tres días después, la Policía llegó a la comunidad y encontró huesos humanos parcialmente quemados, un pozo con restos calcinados y una cama incendiada a pocos metros de la vivienda del cacique.
“La quema no tuvo fines religiosos ni sanitarios”, aseguró el fiscal
El fiscal David Milicich pidió la prisión perpetua al sostener que el cuerpo fue quemado para eliminar pruebas. Aseguró que existía violencia previa entre la pareja, incluso con testimonios de un hijo de la víctima que presenció agresiones. “La quema no tuvo fines religiosos ni sanitarios”, sostuvo el fiscal durante su alegato.
En cambio, el defensor Jorge Sabulanez argumentó que no había pruebas materiales ni científicas que demostraran el crimen. “Desde la instrucción se ha intentado construir un mito, un monstruo sobre Marcelo”, dijo. También denunció que durante el proceso “se prostituyó un lugar sagrado para la cultura guaraní”, en alusión al sitio donde se encontraron los restos.
“No se pudo establecer la causa de muerte“, dijo el médico forense
Durante el juicio, el médico forense Milton Acosta declaró que no se pudo establecer la causa de muerte, aunque consideró que “fue violenta”. Sin embargo, esa apreciación no alcanzó para condenar al acusado.
La médica Adriana Ferreyra Díaz, quien recibió el llamado de Núñez al momento del fallecimiento, negó haber recomendado la incineración del cuerpo y afirmó que le pidió que diera aviso a la Policía.
Finalmente, el tribunal resolvió absolver al cacique por el beneficio de la duda, al considerar que no se acreditó con certeza ni la causa de muerte ni la responsabilidad penal del acusado. Núñez fue liberado en la misma sala de audiencias tras más de cinco años de prisión preventiva.