Provinciales
El peronismo ya negocia en una mesa la letra chica de la unidad
La fórmula la integrarán Ziliotto y Mayoral, aunque la confirmación oficial no estará antes de fin de año. Una mesa de delegados ya diseña el armado. Quiénes la integran. Los lugares en lista de diputados, el botín que se disputan todos los sectores.

Después del operativo clamor de los intendentes del oficialismo para que el gobernador Sergio Ziliotto vaya por la reelección y del operativo despegue del partido, que le dio el aval al primer mandatario provincial para convocar la elección provincial en una fecha diferente a la contienda nacional, no quedan dudas de que hay acuerdo entre las principales líneas del peronismo. Hay fumata blanca. Ahora solo resta definir la letra chica del acuerdo.
La sangre no llegó al río y el exgobernador Carlos Verna, líder de la línea Plural, hizo las paces con el exdelfín, Ziliotto, con quién se había distanciado a poco de iniciarse la gestión. De un lado y del otro confirman que hubo conversaciones, diálogo y la unidad está confirmada. El lunes los intendentes se reunieron en Santa Rosa y pidieron por Ziliotto. Ese mismo día se juntó el PJ y le dio el aval para desdoblar las elecciones.

De todos modos, falta un paso no menos dificultoso que el acercamiento inicial para el acuerdo definitivo: la letra chica, la asignación de espacios para todos los sectores que tallan en la discusión por una cuota de poder.
La base está

La manta es corta. Como en la metáfora futbolera, si se tira de un lado, se cubre la cabeza y se destapan los pies. Si se tira mucho del otro lado, es al revés. Todos lo saben y por eso piden de más, para que haya margen para ceder y quedar conforme igual. O para no perder tanto. Las posibilidades reales de que el peronismo pierda una elección crea una paradoja: por una parte, achica los lugares expectantes, por ejemplo, en la lista de diputados. Pero, por el otro, modera los ánimos porque prima el instinto de supervivencia política.

Por lo pronto, las negociaciones en el peronismo están encaminadas para que finalmente Ziliotto –que exige la unidad antes de dar el sí- busque la reelección. También hay consenso para que el segundo casillero lo ocupe una mujer que sume voluntades en General Pico, que se ha convertido en el talón de Aquiles del oficialismo en las últimas elecciones. Las fichas están puestas en la diputada provincial Alicia Mayoral. Mayoral es Verna. Es una histórica militante que conoce los barrios de su ciudad como pocos. Las últimas semanas levantó el perfil. Ella misma confirma que recoge adhesiones a su posible candidatura.
La base está. Aunque más por estrategia electoral y manejo de los tiempos que por falta de certezas, en el entorno de Ziliotto descartan la confirmación de esa fórmula antes de fin de año. No es el momento: hay un mundial de fútbol por delante, una realidad política nacional inestable y la proximidad de las fiestas de fin de año no configuran un escenario adecuado para cualquier lanzamiento.

La manta corta
La letra chica del acuerdo, de la fórmula gubernativa para abajo, trae aparejados más escollos. En las intendencias, la prenda de unidad es el pacto de respetar a los jefes o jefas comunales que aspiren a buscar un nuevo mandato. Y en el resto de los lugares se intentará evitar internas y aglutinarse detrás del candidato con más chances, aunque no escapa que alguna particularidad local pueda disparar alguna interna aislada.
En el distrito electoral de más incidencia, aunque haya algunos cuestionamientos para que abra la lista de concejales a otros sectores, el intendente Luciano di Nápoli irá también por la reelección, en sintonía con el gobernador. Se sabe que capitalizará la necesidad de todos los sectores de asegurar un triunfo en Santa Rosa con la exigencia de colocar alfiles en la lista de diputados provinciales.

En el rompecabezas para la Legislatura reside la madre de las batallas de los negociadores de la unidad. Es como un partido de truco. Todos piden lugares y amagan como si tuvieran cartas bravas. Pero los lugares no alcanzan para conformar todas las demandas.
La legislatura provincial tiene treinta bancas. En una elección reñida y polarizada, como pronostican tanto en el oficialismo como en la oposición, los lugares expectantes para el FreJuPa serían quince.

Las líneas del peronismo ya conformaron una mesa chica de negociadores, que está en funciones, según confirmaron fuentes del PJ. La cantidad de negociadores de cada parte evidencia en principio la representatividad que ostentan.
Un incipiente ziliottismo sentó en esa mesa, para barajar figuritas, a un exfuncionario de su gabinete, Juan Ramón Garay, el suegro del diputado nacional, Daniel “Pali” Bensusán. Ziliotto se involucró directamente como parte de las negociaciones, tal vez una muestra de debilidad o de falta de cuadros de peso político a su alrededor.
El exgobernador Carlos Verna designó como representantes a dos dirigentes ultras, que se mantuvieron dentro de su propio riñón: el exsenador nacional Daniel Lovera y el actual legislador Hernán Pérez Araujo.
En principio, el vernismo puro haría valer su poder de fuego y se quedaría con la mayor tajada de la torta. Algunas fuentes cercanas a las conversaciones mencionan seis bancas bajo el control del exgobernador. Ziliotto se quedaría con una porción un poco menor pero importante. Algunos arriesgan a decir cuatro lugares.
Para el resto de los lugares expectantes en la lista quedan reservados los tironeos entre los demás sectores del peronismo. En esa mesa de negociación hay un representante de cada uno de ellos. Son los siguientes:
-el diputado provincial Ariel Rojas por Compromiso Peronista (el sector que formó el exgobernador Oscar Jorge cuando rompió con el vernismo para terminar jugando una interna encolumnado en el kirchnerismo)
-la secretaria del Senado, María Luz Alonso, por La Cámpora, que ya resolvió postergar la aspiración de ocupar la candidatura a vicegobernadora.
-el legislador provincial Espartaco Marín por el marinismo (que pierde el vice, ya que Mariano Fernández está impedido de renovar, y busca recompensa por ese retroceso)
-el presidente del IPAV, Jorge Lezcano, por Identidad Peronista.
-el diputado provincial Roberto Robledo, por el Nuevo Espacio de Participación.
Como es histórico, la negociación por la lista de diputados es la más ardua. Incluso hay sectores que no están en la mesa y tendrán que colar sus pedidos por intermediarios, como el Movimiento Evita –Fabián Avendaño hoy es diputado-, Nuevo Encuentro –Martín Balsa ocupa una banca- o el massismo provincial (Lilia Caimari tiene un lugar por esa fuerza).
La tarea no es sencilla. “Hay 200 anotados en la cola. Todos se arrogan derechos a reclamar lugares”, confesó a El Diario una fuente con acceso a los primeros conciliábulos.
Una vía de compensación, aunque incierta, ya que está atada al resultado electoral del comicio que seguramente se desarrollará a mediados de mayo como en 2019, es la futura y eventual conformación del gabinete.
De todos modos, Ziliotto, el mascarón de proa del futuro armado, reclamará elegir lo más posible y presionará hasta último momento para eso. El acuerdo está. Pero con tensiones y tironeos, al peronismo aún le resta transitar el camino hasta llegar a destino final, la letra chica definitiva.
-
Generalhace 1 semana
Bernasconi avanza con nuevas obras: “El respaldo de la Provincia hace la diferencia”
-
Provincialeshace 5 días
Manejaba alcoholizado, se cruzó de carril en plena Ruta 35 y provocó un vuelco
-
Generalhace 1 semana
Echaron a un trabajador del EMHSU en Santa Rosa: no paran por temor a represalias
-
Provincialeshace 6 días
Cinco siniestros viales durante la jornada de cierre de la Expo Pymes