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Científico de la provincia pide desarrollo para una molécula

“Me gustaría que La Pampa intervenga, que se pueda conformar una empresa entre provincias”, expresó el bioquímico Jorge Zorzopulos.

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El profesional investiga una droga sintética denominada IMT504 que tiene la capacidad de instruir al sistema inmunológico para que restituya la normalidad perdida durante distintas enfermedades -como Alzheimer, ELA, sepsis-. El objetivo es que en la provincia se construya un pequeño laboratorio para proveer la molécula sintética que se utilizará en las pruebas clínicas y luego en la elaboración del medicamento.

Jorge Zorzopulos tiene 79 años, es bioquímico, pero siempre se dedicó a la investigación. “Hice la tesis en la facultad, trabajé un tiempo en el INTA, hasta que vinieron los militares y me fui a hacer un postdoctorado en Estados Unidos. En 1981 volví porque me dijeron que la cosa estaba mejor”, empezó a relatar el profesional y contó que hace cuatro años regresó a La Pampa, su provincia natal.

Contó que parte de su trayectoria laboral la ejerció en una empresa nacional para trabajar en el desarrollo farmacéutico de proteínas recombinantes “que se estaban empezando a usar como fármacos”. El grupo creció y se transformó en una empresa diferenciada de la empresa madre. “Posteriormente creamos otra empresa que se asoció con el laboratorio Cassara y llegó a tener satélites en algunas provincias”, expresó.

“La relación con Cassara se mantiene hasta el día de hoy. Principalmente nos dedicamos a desarrollar métodos para producir proteínas recombinantes tales como interferón, eritropoyetina, fármacos que se utilizaban en la clínica a nivel internacional. Nosotros copiábamos esos fármacos. Hasta que en un momento nos planteamos hacer proyectos originales, innovar para la industria farmacéutica local”, señaló.

 

Molécula IMT504.

“Finalmente dimos con una molécula que nos pareció interesante y empezamos a trabajar. En un principio la proyectamos como un adyuvante de vacunas, pero cuando comenzamos a entenderla mejor nos resultó mucho más interesante de lo que pensábamos”, desarrolló.

El IMT504, como denominan a la molécula, es un “oligonucleótido inmuno-modulador terapéuticamente efectivo cuando se inyecta en mamíferos que padecen una serie muy amplia de trastornos médicos” y que es, entre otras cosas, capaz de aumentar las células madre mesenquimales (MSC) presentes en el cuerpo. Estas células están especializadas en restablecer la normalidad perdida durante la enfermedad y para ello, viajan hacia donde el organismo está dañado y allí liberan una serie de proteínas que ayudan tanto a reparar las células dañadas por la enfermedad como a proteger las que aún no lo están.

La droga fue aplicada en animales -ratones, ratas, conejos, perros y monos- y se determinó que no sólo era efectiva en varias patologías, sino que además, su grado de toxicidad era muy bajo y sus efectos adversos muy reducidos. El siguiente paso es la fase 1 de la clínica, donde el estudio se realiza en seres humanos adultos sanos. “Esta fase está actualmente en desarrollo”, señaló Zorzopulos y contó que el trámite para la autorización de esta prueba por parte de la Anmat fue complicado.

“El IMT504 sería el primer medicamento original producido totalmente en Argentina donde normalmente las medicinas son genéricas, desarrolladas y aprobadas en países centrales y por ello no hay problema para que el Anmat los apruebe. Pero en este caso el desarrollo es totalmente argentino y por lo tanto su aprobación resulta más difícil”, manifestó el bioquímico.

 

Potencial.

Actualmente, la fase 1 de la investigación se encuentra parada porque “el cambio de gobierno no fue favorable. No hay un ambiente amable para la investigación y para la educación superior. Tenemos otorgado un subsidio de lo que era el Ministerio de Ciencia y Técnica que se cortó. Esta fase 1 es bastante costosa y estamos en un impasse, pero trabajamos para conseguir los recursos para terminarla a fin de año”. Posteriormente se abre la puerta para varias fases 2 en distintas patologías.

“El potencial es mucho, pero no se sabe cuánto. Es un medicamento conceptualmente muy distinto al resto porque no trabaja sobre una fase específica de alguna patología, sino que trabaja sobre el equilibrio bioquímico global del organismo que está alterado en todas las patologías. Si uno pudiera recobrar ese equilibrio, el organismo tiene armas para resolver el problema cualquiera sea este. Por ello, el IMT504 como medicamento no sería específico para una determinada enfermedad”, explicó y comentó que actualmente se están enfocando en “enfermedades que no tienen tratamiento, solo paliativos, como es el Alzheimer y la sepsis”.

-¿Sería una cura al Alzheimer?

-Esperemos que sí, o por lo menos un tratamiento mucho más poderoso que los actualmente utilizados que son muy poco efectivos. También nos preocupa la sepsis porque es un problema en todas las unidades hospitalarias del mundo.

-¿Cómo sería el tratamiento?

-Son cinco inyecciones subcutáneas o intramusculares en cinco días seguidos. Puede ser que sea necesario dar refuerzos cada tanto, eso no lo sabemos porque todavía no estamos en esa fase. Pero hasta ahora, en los modelos animales ese es el tratamiento. La molécula es muy buena desde el punto de vista farmacológico porque es muy soluble en solución fisiológica, que es lo que normalmente se utiliza como disolvente, tiene buena estabilidad, por encima de otras moléculas que se están ensayando por ejemplo en China.

 

Inversión.

Zorzopulos destacó a La Pampa como una de las provincias -junto con Buenos Aires y La Rioja- que podría aportar al desarrollo del medicamento. “Ya tenemos un acuerdo con el gobierno de La Rioja para hacer pruebas en sepsis y probablemente las de Alzheimer se hagan en colaboración con la Facultad de Medicina de la UBA dado que el decano es experto en la enfermedad”, afirmó.

“Ahora con Javier Breccia –director del Incitap-Conicet- estamos pensando en un programa para que La Pampa instale una pequeña fábrica de la molécula, ya que que actualmente la estamos comprando afuera pero tenemos problemas para conseguirla”, lamentó. Explicó que “las máquinas necesarias tienen un valor alto, pero no es una monstruosidad, son automáticas y con eso se puede hace la síntesis del fármaco necesaria para realizar las pruebas clínicas, y si todo marcha bien para la fabricación del medicamento”.

“Si la colaboración entre provincias se transformara en una empresa, esta serviría como un lugar donde la gente trabaje en investigación, en desarrollo, producción y venta en el mundo. Me parece que el proyecto es muy interesante, pero no interesante desde el punto de vista puramente intelectual, sino que es interesante desde el punto de vista de la practicidad de la historia. Así que a mí me gustaría que la Pampa pudiera intervenir”, finalizó.

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