Ciencia
Cerebro y aprendizaje: claves para aumentar la concentración y la productividad
Es posible programar nuestro cerebro para aumentar la productividad mediante prácticas y técnicas que fomenten la concentración, el descanso y la creatividad.

10 preguntas sobre el cerebro y la concentración
1. ¿El cerebro es un músculo?
Si bien no es un músculo en el sentido estricto, el cerebro se asemeja a uno en ciertos aspectos. Al igual que los músculos, su capacidad y rendimiento pueden mejorar con el entrenamiento adecuado. Mediante la neuroplasticidad, el cerebro tiene la capacidad de adaptarse y cambiar a lo largo de la vida, lo que significa que podemos fortalecer conexiones neuronales y mejorar nuestras habilidades cognitivas con la práctica y el aprendizaje continuo.
2. ¿Por qué hay que tomarse pausas?
Tomarse pausas regulares es esencial para mantener la productividad. Aunque puede parecer contradictorio, el cerebro no es una máquina inagotable. Trabajar continuamente sin descanso conduce a la fatiga mental y disminuye la concentración. Las pausas permiten que el cerebro se relaje y recargue, mejorando así la eficiencia, la creatividad y la calidad del trabajo realizado.
3. ¿Cómo nos enfocamos (o no)?
El enfoque depende en gran medida de la capacidad del cerebro para bloquear distracciones y mantener la atención en una tarea específica. Sin embargo, las constantes interrupciones tecnológicas y el exceso de información dificultan el enfoque. Para mejorar nuestra concentración, es útil practicar la “atención plena” o mindfulness, que implica estar conscientemente presente en el momento actual y volver a centrarnos cada vez que nuestra mente divague.
4. ¿Cómo detectar cuándo es un buen momento para resolver pendientes?
La detección del mejor momento para resolver pendientes depende de cada individuo y su ritmo circadiano. Algunas personas son más productivas por la mañana, mientras que otras lo son por la tarde o noche. Observar nuestros patrones de energía y rendimiento nos permitirá identificar los momentos óptimos para abordar tareas más complejas y desafiantes.
5. ¿En cuántas cosas a la vez se pueden pensar conscientemente?
Aunque algunos sean expertos en la multitarea, la verdad es que el cerebro no puede enfocarse completamente en más de una tarea compleja a la vez. Intentar hacerlo suele resultar en una disminución del rendimiento y una mayor propensión a cometer errores. En lugar de hacer malabares con múltiples tareas, es más eficaz abordarlas una por una y priorizar lo que realmente importa.
6. ¿Con qué frecuencia hay que tomarse descansos mentales?
La frecuencia de los descansos mentales varía según las necesidades individuales y la naturaleza del trabajo. Sin embargo, los expertos sugieren que tomar un breve descanso cada 60-90 minutos puede ser beneficioso para mantener la concentración y la productividad. Estas pausas deben incluir actividades relajantes que permitan al cerebro recargar energías, como dar un breve paseo, meditar o estirarse.
7. ¿En qué consiste la técnica Pomodoro?
La técnica Pomodoro es un método de gestión del tiempo que consiste en trabajar en bloques de tiempo de 25 minutos (llamados “Pomodoros”) seguidos de una pausa de 5 minutos. Después de completar cuatro Pomodoros, se toma una pausa más larga de 15-30 minutos. Esta técnica promueve la concentración y evita la fatiga mental, ya que divide el trabajo en intervalos manejables y ofrece momentos regulares de descanso.
8. ¿Qué actividad se aconseja en los espacios de descanso?
En los espacios de descanso, es recomendable realizar actividades que permitan al cerebro desconectarse de la tarea principal y relajarse. Algunas opciones incluyen dar un paseo al aire libre, practicar ejercicios de respiración o realizar breves ejercicios físicos para liberar tensiones. Estas actividades ayudan a reducir el estrés y mejorar la claridad mental para afrontar la siguiente fase de trabajo con mayor enfoque.
9. ¿Qué acciones hay que evitar en las pausas mentales y por qué?
Durante las pausas mentales, es esencial evitar actividades que puedan distraer o generar estrés innecesario. El uso excesivo de redes sociales, juegos en línea o discusiones conflictivas pueden agotar aún más la capacidad de concentración y reducir la productividad. Además, tareas como revisar correos electrónicos complicados o resolver problemas complejos deben evitarse en las pausas, ya que pueden generar ansiedad y obstaculizar la capacidad de relajarse y recargar energías.
10. ¿Qué es la mente pequeña y cómo se activa?
La mente pequeña, también conocida como “modo predeterminado” o “modo por defecto”, es una red cerebral que se activa cuando no estamos enfocados en una tarea específica. Se caracteriza por divagar entre pensamientos, reflexiones pasadas o preocupaciones futuras. Para activar conscientemente la mente pequeña y convertirla en un recurso creativo, es útil realizar actividades que no requieran un enfoque intenso, como caminar, tomar una ducha o simplemente permitirnos momentos de ocio sin rumbo fijo. Este estado de relajación propicia la generación de nuevas ideas y soluciones.
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